Rito Francés

Un ritual del Siglo XVIII para el Siglo XXI

 

mandil-rito-francesLa Francmasonería se implanta en Francia sobre 1725 traída por los emigrantes británicos que huían de las persecuciones políticas y religiosas. En Paris, estos son a menudo de origen noble y vienen, por lo general, de Londres. Traen con ellos el ritual que emplean los masones ingleses en esta época, se trata del ritual de la Primera Logia masónica  creada en 1717. Es pues la traducción en lengua francesa del ritual llamado de los “Modernos”, aquel que practican los masones que junto a James Anderson crearon la Primera Gran Logia, el que se difundirá en Francia durante el S XVIII. Este es por otra parte el único ritual conocido para los grados de masonería simbólica en sus orígenes y que será llamado más tarde Rito Francés.

Durante la segunda mitad del S. XVIII se produjo en Francia una eclosión de nuevos sistemas y grados masónicos. Cuando en 1773, la profunda reorganización de la Primera Gran Logia francesa acaba con su transformación en el Gran Oriente de Francia, ésta tuvo que referirse también a la cuestión de los rituales.

Ya desde su segunda asamblea, el 27 de diciembre de 1773, el Gran Oriente de Francia estableció una comisión  encargada del estudio de los rituales que venían empleándose por las logias, con el objeto de salvaguardar la regularidad de los mismos. Este trabajo culminará con la votación en los años 1770 y la posterior impresión en 1801 de los cuadernos de los tres grados simbólicos bajo el título de Regulador del Masón.

El texto del Regulador del Masón se caracteriza por su gran fidelidad a los rituales originales divulgados entre 1740-1760. A partir de esta época el Regulador del Masón será considerado como el texto de referencia para el Rito Francés.

El Rito Francés, practicado en la época por la inmensa mayoría de las Logias de Francia, sometido a la ideología de los Masones de los años 1860-1880, sufrirá modificaciones a la luz de las corrientes intelectuales en boga y especialmente del positivismo. Las versiones Murat (1858) y Amiable (1885) reducirán la representación de los símbolos de los diferentes grados a la porción mínima y las reemplazan por discursos morales y alegóricos sobre el bien y el mal.

Será el Gran Maestro Arthur Groussier quien planteará una vuelta a las fuentes simbólicas del Rito Francés antes de la segunda guerra mundial. El texto establecido bajo la dirección de Arthur Groussier y adoptado luego en 1938-1955 marca el comienzo de una vuelta del simbolismo en el ritual de referencia del Gran Oriente de Francia. El movimiento lanzado por Groussier se prolongó durante la reconstrucción de la Obediencia que siguió a la segunda guerra mundial.

Los “Restauradores” del Rito Francés tradicional quisieron encontrar una denominación que diera sentido al resultado de su búsqueda. Lo bautizaron, pues, Rito Moderno Francés Restablecido. La expresión Rito Moderno debe ser leída como Rito de tipo “Moderno”, es decir, inscrito en la tradición de la Primera Gran Logia  llamada de los “modernos”, Francés porque se trata de la versión implantada en Francia en 1725 y traducido en esta lengua, Restablecido, por último, para indicar que este texto era el resultado de un trabajo de restitución.

Posteriormente, en 1970 se produce una edición del Rito Francés que lo modifica, simplificando considerablemente las pruebas y dejando a la libre elección de las Logias la incorporación de diversos elementos ceremoniales. Este es el Rito Francés de Referencia que está en la base del practicado hoy por muchas Logias del Gran Oriente de Francia y por todas ellas en el momento de su nacimiento.

El Rito Francés, sea cual sea la versión referida, se trata de un único y mismo rito, que imprime un caracter humanista a la Logia que lo practica.

La Logia Blasco Ibáñez trabaja con el Rito Francés.