EL 15 de Octubre de 2015 recordamos a nuestro Hermano Ferrer i Guardia
La Cadena de Unión es según nuestros rituales «la base, la piedra angular, el cemento y la gloria de nuestra vieja Hermandad» y nos recuerdan que ella “une a todos los francmasones independientemente del rito u obediencia y nos vincula tanto en el tiempo como en el espacio; viene del pasado y tiende hacia el futuro”.
El pasado día 15 de octubre nuestra Respetable Logia recordó especialmente al Hermano Francisco Ferrer y Guardia que fue fusilado el 13 de octubre de 1909 en Barcelona. El Hermano Ferrer i Guardia fue miembro, con el nombre simbólico de “Cero”, de la Respetable Logia “La Verdad” de Barcelona”. El Hermano Cero fue republicano en su juventud por lo que tuvo que exilarse en Paris en donde vivió dando clases de español. A partir de los 30 años de edad viró hacia el anarquismo y participó activamente en el “Congreso de librepensadores” celebrado en Madrid en 1892. Su contacto con los participantes en el Congreso le ayudó a diseñar los conceptos educativos anarquistas que luego aplicaría en Barcelona. Éstos fueron influenciados fundamentalmente por las ideas de Jean-Jacques Rousseau del siglo XVIII dirigidas contra la autoridad y las creencias religiosas y a ellas adaptó al mensaje revolucionario de anarquistas y librepensadores. Estos proyectos los materializó en 1901 creando en Barcelona la Escuela Moderna cuya filosofía pedagógica se basaba en la coeducación de niños y niñas y cuyo principios eran la laicidad, racionalidad, libertad, integrativa e igualitaria. La Escuela Moderna levantó una fuerte reacción en la Iglesia católica y entre las autoridades y gentes de orden.
Para Ferrer y Guardia la Escuela Moderna significaba la etapa inicial del camino hacia la construcción de una humanidad mejor por ser más justa.
En junio de 1909 regresó de Inglaterra a Cataluña y estando en Barcelona fue detenido, acusado de haber sido promotor del motín que provocó la revuelta anticlerical conocida como la Semana Trágica y en la que se incendiaron edificios religiosos, etc.
En el juicio posterior a su detención realizado por un tribunal militar se consumaron todo tipo de arbitrariedades e irregularidades causándole indefensión ya que se sabía que el Hermano Cero no había tenido relación con los hechos. Finalmente el tribunal lo condenó, aún a falta de las pruebas pertinentes, a la última pena. Una vez declarado culpable fue fusilado a las 9 de la mañana del 13 de octubre de 1909 en la prisión del castillo de Montjuic de Barcelona.
Hoy recordamos a nuestro querido hermano Cero como modelo de un incansable luchador por construir esa sociedad mejor, utópica, que propone la francmasonería. Nuestra Orden es ante todo escuela que enseña tolerancia, ética y comprensión y su papel es el de orientar a la construcción de la Sociedad que luche contra la ignorancia, la ambición y la superstición como creía y defendía nuestro Hermano.
Nuestro compromiso como francmasones nos obliga a estar continuamente alerta y en la vanguardia.
Hablar de utopía puede parecer fútil e ingenuo, incluso peligroso, pero la historia demuestra que los sueños de hoy pueden ser las realidades de mañana. Queremos construir una sociedad utópica y por tanto una sociedad de hombres y mujeres libres, justos e ilustrados pero ésta sociedad está por inventar y no disponemos de modelo alguno después del aparente fracaso de los grandes proyectos transformadores del siglo XIX y XX. El Hermano Cero nos dio un ejemplo generoso de lo que debe hacer un francmasón en la búsqueda de la sociedad utópica que propone nuestra Orden.
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